Pagar cien euros de más al mes puede marcar la diferencia entre salir adelante o ahogarse en una espiral de deudas.
Una vecina de Ferrol pudo cambiar su vida hace hoy casi un año. Pero no porque le tocase la lotería, sino porque, precisamente el 22 de diciembre, el Juzgado de Primera Instancia de Ferrol le dio la razón en su reclamación por cláusula suelo, justo un día después del pronunciamiento el TJUE en materia de devolución de cláusulas abusivas.
Aun así, la entidad implicada remoloneó la devolución un poco más, en torno a cinco meses, pero al final tuvo que devolver todos los importes.
La hipoteca se contrató en 2006
Como tantos otros miles de afectados, “Carmen” contrató su hipoteca en el año 2006, es decir justo antes de que empezase la crisis.
Con el empeoramiento generalizado de su situación económica, se le hizo prácticamente inviable pagar las cuotas, puesto que la cláusula le impedía beneficiarse de la bajada de tipos.
Tras la eliminación de la cláusula y la devolución, “Carmen” reconoce que puede vivir más tranquila.
Hubo que luchar
Tras centenares de casos analizados, hemos podido constatar que la actitud de las entidades cambia mucho dependiendo de la cuantía que salga a devolver.
En términos generales podemos observar que, a partir de cierta cantidad, los bancos son más reacios a devolver la totalidad, optando por proponer quitas a sus clientes o, directamente, les invitan a ejercitar sus derechos vía judicial.
En este caso, por las fechas y el número de años la cuantía era elevada, por lo que hubo que recurrir a la Justicia.
El dinero pertenece a los clientes
Debemos recalcar, una vez más, que estas devoluciones no son “multas” ni sanciones impuestas al sector financiero por su mal comportamiento, sino que se trata de un dinero propiedad del cliente, y que el banco le “incauta” de forma irregular, merced a una cláusula perniciosa impuesta, haciendo valer su mayor conocimiento y una posición de fuerza carente del más mínimo escrúpulo.
¿Qué implicaciones económicas supone este tipo de cláusulas?
“Carmen” pasó de pagar 640 euros a 300 euros. Ahí es nada.
Un pleito especialmente rápido
La demanda se interpuso un 21 de septiembre. Tres meses después llegó el resultado favorable.
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