Puede haber miles de euros a tu favor por este concepto. Deja que lo comprobemos.
Cuando el banco nos retira la cláusula suelo, muchas veces tiende a “olvidar” la reelaboración del cuadro de amortización del préstamo desde el inicio.
Por su parte, el cliente tampoco suele percatarse de esta circunstancia, a pesar de que en esencia, supone perdonarle a la entidad financiera varios miles de euros. Veámoslo con un ejemplo:
Supongamos que firmamos un préstamo con cláusula suelo del 4%, en junio de 2008, por 150.000 euros, a 15 años.
Las condiciones teóricas de dicho préstamo son 1%+Euribor, y un tipo fijo del 4% durante el primer año.
Al cabo de unos años, en abril de 2018, la entidad nos quita la cláusula suelo y devuelve todos los importes; a saber: sin tener en cuenta los intereses indemnizatorios (aspecto que también ha de tenerse muy presente), al cliente le corresponde una devolución de 14.171 euros.
Sin embargo, existe otra diferencia: si no se reelabora el cuadro de amortización, dejamos de amortizar 5.211 euros del préstamo, 5.211 euros que el banco se quedará si no se lo reclamamos.
En otras palabras: la devolución es de 19.382 euros: 14.171 por cláusula suelo, y 5.211 por el capital dejado de amortizar.
Además, habría que añadir los intereses indemnizatorios anteriormente mencionados.