Que Bankia era, literalmente, un enfermo, y que su salida a bolsa era inviable lo sabían en el Banco de España desde 2011, según se desprende de los informes elaborados por sus técnicos; pero del tenue latido financiero se pasó al jolgorio por entrar a cotizar en bolsa a costa de los contribuyentes. El contenido de dIchos informes ya ha pasado a formar parte a la instrucción.
Concretamente, el técnico encargado de estudiar la viabilidad de Bankia, y jefe de la inspección del Banco de España, apuntó en su día lo siguiente:
[note note_color=”#eaeaea” radius=”2″]“La salida a bolsa con un banco doble es el primer paso para nacionalizar las pérdidas, algo injusto y contrario a lo que nos pide la norma… Además de no ser viable económicamente, tampoco lo es financieramente“.[/note]
Este mensaje habría sido enviado a sus superiores por medio de un correo electrónico. El técnico veía muchos problemas y, aun así, la operación siguió adelante. Nadie hizo nada por evitarlo.
Sin embargo la labor del técnico no se quedó en un mero aviso, sino que planteó una posible solúción: “la toma de control del grupo por un banco, a ser posible extranjero, con capacidad financiera suficiente… otra cosa es que los políticos que gestionan Bankia no quieran explorar esa vía para no perder sus poltronas”. Desgraciadamente esta vía nunca se llegó a explorar.
El Banco de España afirmó haber revisado los números. Así, Miguel Ángel Fernández Ordoñez, el exgobernador, dijo que: “La supervisión del Banco ha cumplido bien su tarea”. Pues menos mal.
La versión oficialista sigue siendo la misma, es decir, el desastre fue sobrevenido como consecuencia de un cúmulo de accidentes derivados de la crisis económica. Esta versión se da de bruces con todo lo que el técnico predijo, predicciones que, para colmo, se cumplieron a rajatabla:
- La operación era peligrosa.
- Bankia fue rescatada con dinero público.
- Al final lo acabarían pagando los contribuyentes.
La instrucción del caso se ha ampliado por su complejidad, con decenas de imputados. Se espera no obstante que salgan a la luz nuevos correos electrónicos, y documentos que pondrían al descubierto (más si cabe) las auténticas razones por las cuales Bankia salió a bolsa, en contra de las indicaciones técnicas.
El resto de la historia es ya bien conocida.
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