Conforme anunció la propia Volkswagen el pasado 6 de Noviembre, la investigación criminal que se inició en Junio de este año por parte de la fiscalía de Braunschweig contra el anterior CEO del grupo, Martin Winterkorn, y el director de la marca, Herbert Diess, pasa a incluir también al presidente del consejo supervisor, Hans Dieter Pötsch, quien a su vez era el anterior director financiero en el momento en que el escándalo se hizo público.
Como es público y notorio, la multinacional alemana admitió en septiembre de 2015 que había incorporado en 11 millones de sus modelos diésel un software ilegal, destinado a disimular los auténticos niveles de emisiones contaminantes de los vehículos durante los controles (el software era capaz de detectar cuándo el coche se encuentra circulando con normalidad, y cuándo está realizando los test de homologación). Así se comprobó que, en ocasiones, el vehículo llegaba a contaminar hasta 40 veces más del nivel normal permitido en los Estados Unidos.
Pero los compradores de los vehículos no fueron los únicos perjudicados, sino que la onda expansiva afectó también a los accionistas de la compañía, que vieron cómo el valor de sus títulos de desplomaba de la noche la mañana, algo que podría haberse evitado si Volkswagen hubiese informado en tiempo y forma a los inversores del grupo, cosa que no hizo.
De hecho, no fue Volkswagen sino la EPA quien, el 18 de septiembre de 2015, reveló el problema de forma masiva. El fabricante, en una nota publicada cuatro días después, reconocía el “inconveniente”, lo que a la postre provocaría la dimisión de Winterkorn.
Las demandas por parte de los accionistas no se hicieron esperar, y en tan solo dos meses comenzaron las reclamaciones contra Volkswagen, especialmente de los inversores alemanes.
En otro comunicado enviado a la fiscalía en marzo de este año, la firma mantenía su compromiso de colaborar con las autoridades, asumiendo la multa que los reguladores le impusiesen; a pesar de que su cuantía se preveía millonaria, el grupo podría afrontarla, especialmente teniendo en cuenta que la empresa facturaba más de 200.000 millones de euros cada año.
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