Fianlmente, el Juzgado de lo Mercantil Número 12 de Madrid ha declarado el concurso necesario de NPG Technology, suspendiendo las facultades de su consejo de administración.
La compañía, una de las pocas empresas españolas, con permiso de Energy Sistem, dedicadas a la fabricación de productos relativos a la electrónica de consumo, arroja un pasivo exigible de trece millones, de los que casi el 70% (es decir, nueve millones) corresponden al «G7« bancario formado por el Santander, BBVA, Popular, Sabadell, Bankia y Caixa Catalunya.
Desde el verano del año pasado NPG había solicitado el pre-concurso, al tiempo que buscaba la entrada de un inversor en su capital.
La empresa mantenía hasta la fecha una factoría en Torrejón de Ardoz (Madrid), junto con un centro de investigación y desarrollo en dicha localidad.
Andadura en el MAB
NPG salió a cotizar al Mercado Alternativo Bursátil (MAB) en Abril de 2014.
Casi un año después, el 16 de Febrero de 2015, Enrique Cosío Sánchez —presidente y propietario de dos tercios del capital— declaró:
[note note_color=»#eaeaea» radius=»2″]“El salto al MAB ha provocado que los bancos, los clientes, los proveedores y la competencia nos miren de otra forma. Ya éramos una compañía seria y profesional, pero el hecho de pasar a estar cotizando lo demuestra. No es fácil entrar en el MAB pero una vez lo hemos logrado, nuestro objetivo es seguir creciendo y expandiéndonos a escala internacional, para en su momento dar el salto al mercado continuo”. [/note]
Desgraciadamente, tan sólo tres meses después de estas declaraciones el MAB suspendió la cotización de NPG al no presentar el informe de auditoría de 2014. Ese ejercicio registró unas pérdidas de casi 10 millones, momento en el cual se produjo la suspensión. La capitalización rondaba por aquel entonces los 20 millones.
Problemas en México
Además de tener una planta en China, el grupo español del ramo contaba con instalaciones propias de producción en México, país que supuestamente estaría detrás del origen de los problemas que han desencadenado la insolvencia.
NPG presentó en el país azteca su concurso a la Secretaria de Comunicaciones y Transportes del Gobierno Federal para producir 380.000 televisores, lo que le habría reportado un negocio de casi 60 millones de dólares. Sin embargo, el pasado mes de Agosto de 2015, la española perdería el concurso frente al consorcio Diamond-Millenium, que consiguió el 95% del total de la licitación, y la mejicana DDCam, a la que se adjudicó el resto. NGG impugnó, sin éxito, el resultado.
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