Llega la primera sentencia contra Volkswagen en Europa. Concretamente ha sido un Tribunal de Múnich el que ha condenado al concesionario implicado a devolver el importe íntegro del vehículo, un SEAT IBIZA, a sus propietarios, quienes a su vez deberán retornar el turismo al vendedor. Como se sabe, el coche llevaba equipado un software ilegal que camufla los niveles de Óxidos de Nitrógeno (NOx) durante los controles de emisiones contaminantes.
Esta Sentencia es pionera en Europa, y evidencia el mal hacer de la automotriz alemana en relación con la comercialización de varios de sus modelos diésel, los cuales no cumplían con las especificaciones indicadas.
En este sentido destaca especialmente el hecho de que, por primera vez, los tribunales europeos reconocen el derecho de sus consumidores a resolver el contrato como consecuencia del presunto fraude cometido por la empresa germana.
El principal argumento aducido en el Fallo, favorable a los afectados, consiste en la consideración de que, desde que saliera la luz el escándalo de las emisiones en Septiembre del pasado año 2015, el grupo ha tenido tiempo más que suficiente (ocho meses) como para poner remedio y corregir el engaño, cosa que de momento no ha hecho, al menos no de manera suficiente, según entiende el Tribunal Bávaro.
Por su parte la compañía ya ha anunciado que recurrirá dicha sentencia.
La firma no piensa indemnizar a los consumidores españoles
A diferencia de lo que ha sucedido en los Estados Unidos, o en otros países europeos, como Alemania, donde la compañía ha llegado a ofrecer hasta 1.000 euros a los dueños de alguno de los coches manipulados, el presidente de Volkswagen-Audi en España, Francisco Pérez Botello, al ser preguntado por las posibles compensaciones del grupo en nuestro país, indicó su nula intención de indemnizar a los clientes españoles, y que su principal objetivo era reparar los coches:
“No tenemos contemplado dar una compensación porque vamos a devolver los coches a la situación que tenían que tener desde el principio”; no obstante sí llego a admitir que “el problema ha sido gravísimo”, volviiendo a cifrar en 630.000 el número de unidades afectadas en el territorio nacional.
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