Si piensa invertir en vivienda, éste podría ser el mejor momento. A pesar del aumento en el número de compraventas, los precios todavía mantienen cierta moderación.
La venta de viviendas firma el segundo mejor registro de la década, con un aumento desde marzo superior al 6,5%, rompiendo así la barrera psicológica de las 45.000 transacciones en un mes; en concreto, 47.176 (incluyendo tanto la vivienda nueva como de segunda mano, conforme a los datos facilitados por el Instituto Nacional de Estadística).
Es decir, diez años después del estallido de la burbuja, parece que el sector vuelve a revitalizarse, con la salvedad de que estamos muy muy lejos de llegar a los niveles de aquella época.
Así, por ejemplo, podemos comparar este dato de 2018, con el de 2006, donde la cifra mensual relativa a la venta de viviendas era de 64.600 (casi un 37% más).
Por tanto, aunque en apariencia empiezan a darse algunos ingredientes para iniciar una nueva burbuja (la recuperación paulatina del mercado de la vivienda resulta innegable), objetivamente aún es pronto para hablar de ello.
El problema es que los últimos años el mercado ha estado exageradamente a la baja, y, en ese contexto, cualquier mejoría puede llevar a equívoco.
Para salir de dudas, nuevamente recurrimos a uno de los mayores expertos inmobiliarios del país –Fernando Encinar–, quien sostiene que “el empleo y la recuperación económica continúan activando el mercado inmobiliario. Son las dos palancas fundamentales y evidencian la recuperación de la demanda“.
“Que suban las compraventas tras casi diez años de caídas no debería llevarnos a pensar que estamos frente a una nueva burbuja. Los precios han comenzado a subir, con fuerza en algunas zonas de algunas ciudades, el número de compraventas de vivienda también se incrementa pero aún estamos muy lejos de vivir un nuevo calentamiento generalizado del mercado inmobiliario. Hay aún mucha prudencia en los bancos a la hora de conceder hipotecas, se construyen menos de 100.000 casas en toda España para una población que ha crecido en el último año hasta los 46,6 millones de habitantes y los datos positivos que conocemos en los últimos meses tienen más que ver con la mejora del empleo y la economía antes que con la especulación que alentó la burbuja hace 10 años”.