La reina de la hipotecas multidivisa avisa de que un impuesto al sector generará pobreza, desigualdad y pánico entre los inversores.
La consejera delegada de Bankinter –María Dolores Dancausa– acaba de pronunciarse acerca del impuesto sobre la banca, ése que, supuestamente, el Gobierno liderado por Pedro Sánchez pretende crear. Veremos si finalmente lo hace y en qué términos.
En concreto, la actual dirigente de la entidad ha dicho que:
“El impuesto que se pretende poner a la banca es injusto. Produce desigualdad, pobreza, y ahuyenta inversores”.
Sobre la hipoteca Multidivisa
Bankinter acaba de encajar una nueva derrota judicicial relacionada con sus controvertidas Hipotecas Mulidivisa. Como consecuencia de la misma, el banco deberá recalcular el préstamo en euros, e indemnizar a los hipotecantes (un matrimonio de trabajadores en un conocido centro comercial de Madrid) con 42.000€.
La razón estriba en el clausulado relativo a la “Multidivisa“. De acuerdo con su Señoría, éste resulta, como mínimo, confuso, poco transparente y no adecuado para un perfil sin experiencia ni conocimientos financieros.
En este sentido conviene subrayar que es el banco quien deberá probar durante el juicio que, verdaderamente, nos alertó de todos los riesgos asociados, especialmente aquéllos derivados del tipo de cambio, realizando –exactamente igual que sucede con la cláusula suelo— las distintas simulaciones (con escenarios razonables y razonados).
El drama de la Cláusula Multidivisa
Una hipoteca referenciada en divisas extranjeras supone para el prestatario una tarea inasumible, como es la de hacer el recálculo constante del principal, de tal suerte que puede llegar un momento en el que el cliente, a pesar haber cumplido con todas las cuotas, deba a la entidad más capital del que inicialmente pidió prestado. Una locura a la que, afortunadamente, la Justicia ha puesto un poco de cordura y sensatez.
La mejor manera de entender las cosas es con ejemplos, a ser posible, reales.
Así, una hipoteca Bankinter firmada en el año 2006, por importe de 187.000 francos suizos (181.100€ a día de hoy, frente a 128.000€ en 2006), a doce años, con cuotas mensuales de 1.200 euros, no sólo no se habría terminado de amortizar, sino que aún tendría un capital pendiente de 92.887,07 euros. Es decir, todavía nos quedaría por pagar la mayor parte del préstamo, pese a no haber incumplido con ninguna de las letras del mismo. ¿Quién contrataría algo así?
Entendemos desde estas líneas que la entidad va a tener siempre un conocimiento muy superior y, por tanto, juega con una ventaja desleal. Si éste es su caso, ya puede denunciarlo ante los Tribunales.